Aunque nacemos con una herencia genética que nos
predispone a ciertos riesgos de salud, nuestras decisiones diarias —lo que
comemos, cómo nos ejercitamos y cómo manejamos el estrés— tienen el poder de
modificar esos riesgos. Hoy, les vamos a hablar de cómo nuestros hábitos pueden
moldear nuestro futuro y el de las generaciones venideras. Este es el principio de la
epigenética, un campo fascinante que nos demuestra que no estamos
predestinados a lo que heredamos, sino que podemos influir activamente en nuestra
salud y bienestar.
Nuestro proyecto, titulado "Genética en Acción: Cómo Nuestros Hábitos
Moldean el Futuro", busca mostrar cómo nuestros hábitos cotidianos pueden
transformar nuestra salud de manera profunda y duradera.
Este proyecto nace de la profunda relación entre la genética y nuestros hábitos de
vida, una conexión que no solo afecta nuestro bienestar actual, sino que tiene
repercusiones a largo plazo para la salud de las futuras generaciones.
A lo largo de nuestra investigación, hemos aprendido que, aunque heredamos
ciertas predisposiciones genéticas que nos hacen más susceptibles a ciertos
trastornos o enfermedades, nuestros hábitos cotidianos tienen un poder
transformador, ya que pueden influir directamente en cómo se expresan esos
genes. Esto es el concepto central de la epigenética, un campo científico que
explora cómo el entorno y las decisiones de vida pueden modificar la expresión
genética, a veces para bien, otras veces para mal.