El proyecto es una campaña de concientización, que tiene como objetivo mejorar los hábitos alimenticios de los estudiantes. El enfoque inicial fue la modificación del quiosco de la escuela y, en una fase futura, está la posibilidad de poder expandirlo a otras instituciones educativas de la localidad.
El diagnóstico inicial reveló que el quiosco de la escuela presentaba una escasa variedad de productos saludables, lo cual afectaba no solo a estudiantes con restricciones alimentarias como celiaquía, obesidad, o alergias, sino también a aquellos que deciden mantener una dieta equilibrada.
El plan de acción comienza con una encuesta dirigida a los estudiantes para conocer sus hábitos alimenticios. Luego, se pensó en alternativas para informar a los estudiantes sobre la importancia de una buena alimentación. Finalmente, se organizaron reuniones con los encargados del quiosco para implementar los cambios en la oferta alimentaria. El proyecto también incluía una parte digital en redes sociales donde se compartían recetas saludables simples y consejos nutricionales, además de un video informativo.